miércoles, febrero 13, 2013

Me volví bien chocante.

Todo sucedió el 14 de enero del 2013 (¡justo hoy hace un mes!) en un lugar de Monterrey de cuyo nombre no quiero ni acordarme. Eran las 8 pm aproximadamente y venía yo transitando alegremente después de dejar un jale cuando decidí tomar un retorno para irme a mi casita cuando me salió una trocota echa madre que apenas y alcancé a ver. En esas milésimas de segundo antes del impacto me di cuenta que el chingadazo venía justo a mi puerta y que claro que era algo muy, pero muy fuerte. Gracias a mi pericia al volante adquirida en mi época de conductor de carritos chocones Manzo del río Santa Catarina aceleré lo más que pude para  tratar de librar en la medida de lo posible el choque y que al menos no me pegara de lleno en mi puerta pero la troca venía la neta como alma que lleva el diablo, y entonces sucedió.

La verdad es que estas cosas son pura reacción, es como cuando te caes y alcanzas a meter un brazo, o metes la espalda para amortiguar el golpe, no sé. 

Todo se puso en cámara lenta, escuché un fuerte golpe seco en la parte de atrás de mi carro mientras todo giraba a mi alrededor y las cosas volaban dentro del coche. Cuando reaccioné vi que había dado un trompo y que la troca estaba como a 10 metros de donde fué el golpe. Ya mucha gente se estaba acercando a mi carro preguntandome que si no me habia pasado nada. La verdad es que solo tenia un rasguño en un dedo, así que me bajé del carro, todo mundo se sorprendia de que no me hubiera pasado nada porque el chingazo estuvo bueno, pero pues hierba mala nunca muere, ya saben. Se acerco el wey de la camioneta y al parecer todo bien, nos saludamos y listo, esperamos los seguros.

Llegó el tránsito primero y como siempre a querer extorsionar, que si como le hacíamos, que si me echaba una ayudadita etc. Le dije que la culpa era de la otra parte por que estaba seguro que mi vuelta era preferencial ademas de que el se metió por un calle que no se puede circular, así de simple, digo, no se necesita ser un experto para saber eso. Total que el otro wey no quizo aceptar la responsabilidad y no firmó, ahí empezo otra aventurita, nos citaron al otro día en tránsito, yo como siempre llegué bien puntual y el otro wey llegó una hora y media tarde, nomás para decir que no iba a firmar (según me dijeron los de su seguro son bien mamones y lo mal aconsejaron) así que no tuve de otra que meter demanda, porque a su troca no le pasó casi nada. Luego descubrí que el wey dió moche o algo porque en la declaración del tránsito no puso su dirección ni más datos que su nombre, (ah y de paso puso que yo fuí quien le pegó, mal pedo neta), y la troca es de Veracrúz. Me empezó a dar mala espina así que la demanda fue para que no pudiera sacar su troca del corralón.

Y así despues de mil pagos, pláticas y copias de papeles pude sacar mi carro (todo chocado pero funcionando) del corralón, para que no me siguiera generando costo. Ahora lo que sigue es esperar que le llegue la demanda al responsable y ver si firma para que su seguro me arregle el carro o arreglarlo yo y meter ese costo también en la demanda. Pinche gente como le gusta complicarse la vida, total si la regamos pues pagamos el costo y listo, todos felices, pero no, para todo quieren picudear, ¡A su pinche troca no le pasó más que un foco roto y la defensa igual! ¿Cuanto puede pagar de deducible? ¿mil, dos mil varos? neta que no hay que ser tan miserable. Ese es todo mi pedo, si así son con algo tan material no me los quiero imaginar en otras situaciones, nada más por eso no se la hice de tos al momento del choque, pensé que era chido pero pues caras vemos...