martes, agosto 20, 2013

Calor, cervezas, bares y demás.

No sé que diablos le pasa a esta ciudad, no sé si soy muy paranóico. El sábado pasado me invitó un amigo a un bar nuevo que se puso por acá, por el centro de la ciudad. Uno de sus clientes le pasó el dato y fuimos a conocerlo, no sin antes pasar por otro amigo a su negocio que está a unas dos cuadras del bar ese. Llegamos y desde la entrada noté cosas sospechosas, el wey que estaba en la puerta me preguntó que a que ibamos, me quedé un poco sorprendido y le pregunté ¿aquí venden cheve, no? entonces el wey como que reaccionó y nos abrió la puerta. Al entrar pues todo muy bien nos recibió el dueño del lugar (eso me imagino pues era un sr de unos 60 años sentado solo en una mesa hasta adelanta) "pásenle, con confianza", un lugar con sillas, mesas, pantallas y demás cosas totalmente nuevas, muy bonita la decoración la verdad, las chicas que atienden ni se diga. Estuvimos platicando y tomando cervezas un largo rato, afuera el calor era infernal y los minisplits nos tenian a todas margaras, la botana era rica, pero por ser un lugar nuevo estaba casi vacío, solamente en el fondo se veían unas personas medio raras, tipos con botas y playeras (uno de ellos con camisa de tirantes) el tipo de personas que no cuadran en la escena y que te llaman la atención. Uno de ellos (el de botas y playera) entraba y salía del lugar cada cierto tiempo. Nos daba risa, ¿qué hacia?

Ya teníamos como 3 horas en el lugar cuando uno de mis amigos salió a fumarse un cigarro, nosotros seguimos platicando dentro cuando nos dimos cuenta que ya tenía bastante ayá afuera, justo ibamos a salir a buscarlo cuando entró serio y nos dijo, ¿saben qué? terminense sus cheves y vámonos. A cabrón ¿por qué? le preguntamos, luego les digo.

Ya en otro bar mi amigo nos explicó que estando afuera vió como llegaba raza a comprarle "mugrero" al wey de botas y playera a plena luz del día. Ni pedo, uno de tantos lugares.  Esta bar, en donde ahora estábamos es muy tranquilo, es pequeño pero la cerveza está bien fría, la botana te la prepara una señora que cocina muy bien, y siempre hay fara fara, algún guitarrista, algún pianista, o en el peor de los casos la rockola con buenas rolitas. Y bueno, no teníamos ni 1 hora ahí cuando llegó la fuerza civil a hacer una inspección de rutina, nos hizo levantarnos y sacar todas nuestras pertenencias a la mesa. Yo, que siempre cargo con muy pocas cosas las saqué al instante: celular, cartera y llaves aventé a la mesa. Chale, ya estaba asumiendo la posición de revision de rutina (manos en la pared) cuando de pronto el wey que dirigía a la fuerza civil nos dijo "muchas gracias por su atención señores, que la sigan pasando bien" y se retiraron. Claro, seguro se dieron cuenta que un bar de rucos no podía esconder nada muy fuera de lo normal.

Me quedé pensando ¿habrán ido al otro bar?, ¿por qué en todo el rato, más de 4 horas, no llegó nadie a buscar drogas o armas? no quiero pensar mal pero...