sábado, octubre 31, 2015

Irrumpiendo octubre

Desperté a eso de las 6:47 de la mañana, mi reloj biológico es más seguro que un ratero y no perdona. Tenía ganas de orinar así que me senté en la orilla de la cama mientras bostezaba y me estiraba para tratar de desperezarme mientras sentía una presencia extraña en mi cuarto. No le di importancia y me metí al baño a orinar. Al salir lo vi, estaba sentado en el sillón que tengo al lado de la cama lleno de libros, revistas y uno que otro artilugio de entretenimiento, me miraba tímidamente, como quien irrumpe en un lugar sagrado.

-¿Qué? -Le pregunté-
-¿Qué haremos hoy? es halloween. 
-Ni me acordaba.
-¿No piensas disfrazarte?
-Hagamos algo mejor, vamos a beber con los amigos.

Su pequeño rostro se iluminó y con una sonrisa pícara aprobó mi propuesta. 

Al salir del cuarto éramos uno solo.