Si eres muy optimista estás a la mitad del camino. Ya viviste muchas cosas pero aún tienes esa chispa que te hace sorprenderte de algunas de los detalles más simples del mundo. Ya te diste cuenta que nada es para siempre y a punta de chingazos aprendiste que en esta vida hay cosas muy malas y las hay peores, así que decidiste no estar encadenado, hacer lo que te gusta, no lastimar a los demás y aún no encuentras algo que ni tú sabes que estás buscando, pero, hey, también hay cosas muy buenas, has conocido gente maravillosa y eres libre para ver el sol por la tarde. Disfrútalo, nunca sabes cuando termine el viaje. Esta es la última noche del año.
jueves, diciembre 31, 2015
jueves, noviembre 26, 2015
Glitter beard
No sé si sea metrosexualismo, hipsterismo o jotada. Pero este mame está llegando demasiado lejos, chavos:
Le lleman Glitter beard y consiste en colocarse polvo brilloso en la barba (dhu?) cejas y hasta lengua para quedar bieeeeen monas. Yo pensaba que con el mame de las barberías, de hacerse pedicure, de ponerse cremita en la barba y bigote, y de depilarse el pecho ya lo había visto todo, pero oh rayos, la vida siempre dá sorpresas (generalmente desagradables) a quienes somos a veces optimistas y de buen corazón. Ahi véale usté:
¿Soy yo? ¿No es algo totalmente impráctico y en demasía mamador? ¿Serán todos unos payasitos en el futuro? ¿Para esto murió Gokú? ¿Es el fin de la generación Millennial o nomás es que oficialmente soy un ruco que no comprende a la chaviza?
El mundo está muy mal, chavos.
sábado, octubre 31, 2015
Irrumpiendo octubre
Desperté a eso de las 6:47 de la mañana, mi reloj biológico es más seguro que un ratero y no perdona. Tenía ganas de orinar así que me senté en la orilla de la cama mientras bostezaba y me estiraba para tratar de desperezarme mientras sentía una presencia extraña en mi cuarto. No le di importancia y me metí al baño a orinar. Al salir lo vi, estaba sentado en el sillón que tengo al lado de la cama lleno de libros, revistas y uno que otro artilugio de entretenimiento, me miraba tímidamente, como quien irrumpe en un lugar sagrado.
-¿Qué? -Le pregunté-
-¿Qué haremos hoy? es halloween.
-Ni me acordaba.
-¿No piensas disfrazarte?
-Hagamos algo mejor, vamos a beber con los amigos.
Su pequeño rostro se iluminó y con una sonrisa pícara aprobó mi propuesta.
Al salir del cuarto éramos uno solo.
sábado, agosto 01, 2015
Rufino Tamayo.
No muchas personas (que no sean de San Pedro) conocen el Parque Rufino Tamayo, el cual se encuentra en Eugenio Garza Lagüera y Lázaro Cárdenas, si pasas en coche realmente no podrás darte cuenta de lo mucho que esconde. Pero si te gustan las actividades al aire libre, andar en bici, correr, patineta o cualquier otra cosa relacionada te lo recomiendo mucho:
Estoy seguro que algunas personas ni se imaginan que por ahí pasa un riachuelo:
Tiene amplios espacios verdes para llevar a tu mascota o practicar deportes por ejemplo, tiene una ¿cancha? de fresbees ¿Dhu?
Tengo más de un año visitándolo seguido, su pista externa tiene una distancia aproximada de 1.2 km, por lo que es perfecta para trotar, pero por dentro tiene muchos caminos intrinsecos que hacen que nunca te canses de recorrerlos, lo que me gusta es que aunque están un poco antigüas las instalaciones están limpias y cuidadas.
En mi caso disfruto mucho los momentos de soledad al aire libre, ver el atardecer en un lugar de estos es muy chingón. Se los recomiendo. Seguimos leyéndonos.
martes, julio 07, 2015
El Tácua.
Solíamos ir a las luchas de la arena solidaridad (ahora José Sulaiman) todos los martes. Eran un derroche de golpes, risas, alaridos, cerveza y sobre todo amistad ¿quien puede resistirse a eso?. La lucha libre tiene esa magia que solo se encuentra en contadas cosas mexicanas, pues aunque es circo, maroma y teatro como dicen algunos, representa la lucha del bien contra el mal de una forma tan envolvente que nos hace sentirnos como cuando de niños le gritábamos a la pantalla de cine para que El Santo o Indiana Jones o Batman nos escucharan y así ayudarlos en sus aventuras. Casi siempre estas luchas estaban llenas de personajes locales poco conocidos y al final (en la lucha estelar) dos o tres luchadores de renombre (de los buenos, decíamos nosotros) pues ya los conocíamos por televisión. Esa noche las acciones transcurrieron a pedir de boca, griterío por un lado, mentadas de madre por el otro, la señora gorda de la tercera fila (que siempre asistía) se encaraba con los luchadores más bragados sin el menor atisbo de miedo, cosa que nos hacia a todos romper en risotadas mientras una que otra cerveza volaba por los aires. En la lucha de los exóticos ya había habido dos o tres besos atestados al público y en la semifinal las cosas se pusieron de a peso, pues un luchador subió hasta las gradas a su contrincante y desde ahí lo lanzó al piso, provocando que no se levantara en un buen rato. Para la gran lucha final ni más ni menos que luchadores reconocidos como Pierroth y Psicosis hacían su arribo, acompañados por El Tacua, luchador local que aunque era rudo no hacia más que darnos risa porque parecía todo menos luchador: alto pero bofo, con traje de mesero y melena descuidada. Ya la gente estaba "calientita" y todo les celebrábamos, pero en este mundo también hay malas leches y se le enseñaron gacho al luchador local, varias veces lo sacaron del ring y en una de esas se estrello gacho contra el filo del ring. Estábamos en primera fila y vimos que ese golpe o estuvo mal calculado o realmente fué con saña, el Tacua tardo mucho en levantarse hasta que vinieron a ayudarlo y para eso ya había terminado la lucha. Como todos sabemos este deporte no esta regulado ni cuenta con las mínimas condiciones de seguridad, tanto así que han muerto luchadores por negligencias de los mismos organizadores. Al finalizar la función y ya estando afuera de la arena vimos que alguien se nos acercó, era el Tacua ya con ropa de civil quien adolorido nos saludó y nos preguntó como nos había parecido la lucha, nos comentaba que se había lesionado un hombro y tenía que atenderse, al parecer les pagaban tan poco que ni para la curación le alcanzaba pero pues el amaba el deporte, así que si teníamos una moneda que sobrara le ayudaríamos mucho. De paso nos invitaba a su boda, pues ya se iba a casar pero apenas andaba juntando dinero para el festejo. Y chale, no pude evitar sentir un nudo en la garganta, son momentos de mucho contraste. Después de eso me perdí entre las máscaras multicolores que vendían fuera de la arena y los efectos del alcohol que ya llevaba acumulado en la sangre.
martes, marzo 31, 2015
Todo esta conectado.
Soy de esas personas que piensa que todo en este mundo está conectado. De pronto recuerdo mucho a alguien y al otro día me llama por teléfono o me lo topo en algún lugar. Empiezo a hacer trabajos de cierto tipo y me piden otros exactamente iguales pero de otra empresa, cosas así por el estilo, incluso a veces me pasan cosas que no las pienso pero cuando las analizo tal vez tuvieron un cierto significado, por ejemplo el otro día que no tenía dinero y me urgía conseguir para comprar unos materiales, llegué al cajero para retirar los últimos 200 pesos que sabía estaban en mi cuenta para ver que completaba con eso (seguro casi nada) y al entrar vi que el cajero aún tenía una tarjeta insertada, incluso se observaba el saldo: $3,728 pesos. No lo pensé dos veces eh hice lo que debía hacer, digo, ¿qué más señal que eso necesitaba? ¿acaso no soy yo una persona buena, apuesta y trabajadora que merecía ser feliz?, así que con el pensamiento de que un hombre debe hacer lo que debe hacer un hombre, solo cancelé la operación, el cajero me dio la tarjeta y salí corriendo para alcanzar al señor de la tercera edad que segundos antes había visto salir del ahí con paso lento.
El señor me agradeció mucho y yo tuve una sonrisa toda la mañana, sonrisa que me duró hasta que recordé no tener dinero, si algún ser supremo en verdad pensó en ayudarme, creo que me puso una prueba muy culera, pues uno hace esas cosas sin pensar, solo siguiendo el viejo dicho de "Ponerse en los zapatos de los demás", ¿qué tal que sí esta todo conectado y un día de estos regresan esos tres mil setecientos en forma de cheve o adentro de un pantalón recién lavado?
viernes, enero 23, 2015
¿Qué otras veces?
No se me olvida.
Esa madrugada y después de tan intensa noche, mientras estábamos sentados sobre el asfalto de los carriles centrales de una lúgubre avenida Gonzalitos me diste uno de tus mejores besos. A final de cuentas ¿qué otras veces podríamos hacer lo mismo?
Tenías razón.
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