Bicentenario

Dirán lo que quieran, pero yo nomás no me creo todas esas historias tan patrióticas sobre gente que quería un México glorioso e independiente: niños que se lanzaron al vacío para salvar una bandera (¿un niño en verdad haría eso en esa situación?), curas que querían un México independiente de los españoles (que raro, si fueron los españoles quienes nos trajeron la religión) pipilas heróicos y demás, vamos, ni siquiera me interesa discutirlo porque en primer lugar a mi no me consta que todo eso haya sucedido, escribir un libro cualquiera lo hace, ¿o nos vamos a creer todo lo que dicen los libros de la SEP?, y en segundo lugar no creo que haya servido de mucho la supuesta "independencia" que hoy por hoy es quizá lo que menos tiene este país de violencia, impunidad, discriminación, tranzas, gente convenenciera, poca educación, pobreza, agachados, machismo y etcéteras.

Me da risa la gente que este mes se quiere hacer el muy mexicano vistiéndose de verde, blanco y rojo, viejas que se hacen trencitas para ir a "dar el grito", cabrones que se ponen unas botas, sombrero y toman tequila, gente que le compra su banderita al paisano que viene de Michoacán a venderlas y la pone en el carro, o en el escritorio, y piensan que con eso ya hicieron su parte, aunque a la otra semana siga comprando cosas piratas y siguiendo estereotipos gringos.

¿A que voy con todo esto?, no lo se, creo que en el fondo me molesta mucho que se trate de hacer tanto pedo por un "bicentenario", al punto de que en todas partes de cuelguen de eso: "vive el Bicentenario" acabo de leer en un oxxo, promocionando agua embotellada, ¡achinga!. A estas alturas lo único bueno que le veo a los festejos de independencia es el día de asueto que nos regala, y que por supuesto me tomaré pero sin "dar el grito" nomás por el gusto de pasarme su bicentenario por los huevos (cosa que yo sé, a nadie le interesa, ¡ups!).