Historias de la madrugada parte 1

Fue una noche de copas una noche loca cuando sucedió lo que ahora yo les cuento, acababa de salir de una reunión con unos amigos y yo no tenia ganas de irme a mi casa, eran por ahí de las 2 a.m. así que manejé sin rumbo fijo. Me gusta como se ve la ciudad sin gente y a esas horas las calles vacías bañadas por la escaza luz de la luna llena toman un aire misterioso. Me detuve en un lugar donde se escuchaba música tropical y me bajé del carro, un tipo en silla de ruedas se me acerco "aquí se lo cuido jefe", sobres -le dije-. La calle estaba vacía pero el tugurio estaba bastante lleno, era de esos de ficheras, donde hay jóvenes -y no tan jóvenes- que te acompañan o bailan contigo por una módica propina. Pedí una cerveza y me senté en una mesa, sonaba una cumbia colombiana y había mucho humo en el ambiente, las luces eran de diversos colores, el rojo, amarillo, verde, morado y azul se prendían y apagaban al compás de la música y desde mi perspectiva observaba como una señora de unos 50 años bailaba con un chavillo como de unos 20, el cual se reía y hacia bromas con quienes supuse eran sus amigos que le echaban porras desde una mesa. Había muchas damas recargadas en hilera en una pared y desde jovencitas de unos 16 años disfrazados de 18, hasta señoras de 60 disfrazadas de 50, como esperando a su príncipe azul. Después de unos minutos y de un buen trago a mi cerveza para terminarmela, decidí salirme de ahí. Al llegar a mi coche no estaba el tipo de la silla de ruedas que según lo cuidaría, así que solo me subí y lo prendí, tenia ganas de seguir de tour...