lunes, junio 27, 2011

Dulce venganza

Encontrabame yo alegremente supervisando una instalación en un bar (era un jale donde teníamos que poner unos diseños en la pared) y no, no ingería bebidas alcohólicas simplemente yo hago mis jales alegremente siempre, empezamos algo tarde, pues mi instalador tuvo unas broncas así que nos retardamos un poco, y cuando llego el carpinero (un wey que iba a poner una barra de madera sobre lo que instalaríamos nosotros) y mi instalador le comentó que terminaba en 15 minutos hizo cara de mamón y dijo "15 minutos es lo que me tardo en instalar yo lo mío..." , sentándose en una mesa del bar con pose de que el mundo no lo merece. Chale, no nos quedo de otra mas que apechugar y tratar de terminar rápido.

Total que un mes después me encontraba yo también alegremente en la oficina esperando que me llegaran unos bastidores de madera para instalarles unos diseños y que me llama mi clienta, oye aguantame tantito no seas gacho ya van para aya las cosas llegan a las 6 pm, ok le contesté, yo tengo un compromiso pero es hasta las 7. Me dieron las 6, 6:15, 6:30, 6:40 y no llegaban los mentados bastidores, chale que hago, me vuelve a llamar mi clienta y le digo pues no han llegado y si me urge mucho salir porque es una cita muy importante, me dice ok si a las 7 no llega pues nimodo, y yo pues seguí esperando ya como alas 7:15 decidí irme, no mamar ya cuando iba rumbo al coche se me empareja otro carro ¿tu eres el de los diseños verdad?, era el carpintero mamón de la vez pasada, "es que no daba con la dirección dame chance de entregártelos ¿no?" me dice todo preocupado con cara de arrepentimiento.....

Una leve sonrisa malévola se dibujó en mis labios.....

Pasaron tantas cosas por mi mente en una fracción de segundo, tantas respuestas matonas, tantos posibles comentarios irónicos, tantas formas de madrear gente bonito tanto....tanto......que solo conteste, ah ok, si vamos.

Chale...

martes, junio 21, 2011

Un hilito de sangre

Fuuuuta, que buen libro acabo de leer, no se si por ahí en una ped.... digo en una reunión culturosa de esas en que nos juntamos a exponer los problemas que nos aquejan a la juventud y brindar soluciones a nuestro país me lo recomendó mi compadrito Guffo o mi compadrote Angello, ¿quién fue?, eso es lo de menos el caso es que cuando me lo topé dije pa luego es tarde.



Imaginense un adolescente cachondo (como todos los adolescentes), puñetin (como todos los adolescentes), con mucha imaginación (como....ok ¿no es necesario que lo siga escribiendo verdad?), pero que aparte de todo esto es muy culto y tiene un capacidad tremenda para tirar choros. Habla tanto que mientras nos narra lo que va sucediendo nos cuenta como es su vida.

Un día cuando tiene vacaciones su papá lo manda a buscar un trabajo y comienzan las aventuras, y bueno mejor ya no les cuento por si alguno lo quiere leer.

Esta muy chingón, ganó el premio Agustín Yañez en el 91, y que les puedo decir, leanlo. Por cierto acabo de toparme con que se hizo película de este libro, y estoy casi seguro que no esta chida, porque es demasiado difícil plasmar en una película los diálogos internos que el protagonista tiene en el libro, de cualquier forma trataré de verla.


lunes, junio 20, 2011

La pelotita


La verdad es que estoy agradecido con el balón. Como no estarlo si me ha dado tantas cosas, es más, de haber sabido me hubiera puesto a entrenar desde muy niño, luego luego nomás aprendiendo a caminar, o antes en la cuna. Pero no, en mi casa a nadie le gustaba el fut, bueno a mi papá si, pero el nunca fue el típico padre que quería que a huevo sus hijos le fueran a el equipo de él, o que quería que fueran futbolistas nomas porque a el le gustaba ese deporte, no, el nos dejaba ser. Por eso la primer vez que fui a un estadio fue hasta los 10 años y eso porque un tío nos llevó, cosa que me gustó mucho, en primer lugar porque nos ibamos caminando, hacíamos como 20 minutos y las avenidas que cruzábamos no tenían mayor problema (no había tanto trafical como ahora), y en segundo porque ese tío nos compraba de todo jeje, recuerdo que me compró una corneta de esas grandotas de plástico, una soda, unos fritos y hasta una playera, ¿como no me iba emocionar? además recuerdo el partido, Tigres iba perdiendo 2-0 con el atlas, mi tio mentaba madres como loco y yo le dije pues apenas que Tigres meta 3 goles ¿no?, si no pueden meter ni uno me dijo él. Al terminar el partido Tigres se levantaria con una victoria de 2 -4 cosa que muy pocas veces sucede. Eso es lo de menos, a mi me había gustado el fucho, y ya me ponía a jugar derrepente en las calles con mis compas de la cuadra una que otra cáscara, luego lo volví a jugar como hasta la prepa, pero es una edad muy grande para aprender bien, lo que se dice bien a jugar, así que hacía lo unico que se puede hacer cuando no hay mucha técnica ni velocidad, hecharle ganas, ja.
Cosa del destino o no pero en facultad conocí mucha raza de la que si jugaba chido al fut y pues siempre me invitaban, íbamos a un parque 2 o 3 veces por semana como 4 horas diarias (ahora entiendo como es que no había lonjas y si tenia condición), tanto que comenzamos a meter equipo en forma, claro que no se hicieron esperar las golizas, pero fue una época muy feliz. Por esas cosas que tiene el fut, te van invitando a otro equipo y conoces más gente algunos muy buenos amigos hasta ahora. Lo único que lamento es como ya dije, no haber jugado desde más chico, pero vamos, sigo jugando, bien que mal, y algunos de esos grandes cracks llaneros ya no lo hacen porque o sus viejas no les dan permiso, o les gusto más el chupe, o engordaron, o se lesionarón, mala onda. Aunque me duele mi rodilla izquierda agradezco que aún lo hago, porque, no sé, a mi se me olvida todo cuando estoy dentro del rectángulo verde y derrepente te la pasan, levantas la cara y se abre un universo de posibilidades, te sientes el protagonista del México 70, o el ídolo de la raza de general. Quién sabe hasta cuando...

jueves, junio 09, 2011

Y yo no me quería regresar


Al contrario de lo que mucha gente dice que siente cuando sale de su rancho -eso de que ya quiere regresar, que extraña su ciudad y que ¡ay! dios mío es que la tierra que nos vio nacer, y bla bla....- yo nomás no me quería regresar de San Luis. El centro histórico esta lleno de bares, museos, plazas, monumentos, no hay tráfico ni gentío, mucho menos basura. Pero lo que más me gustó es la sencillez de la gente, la tranquilidad de sus calles -me dí cuenta que vivir en un rancho como Monterrey te vuelve un poco paranoico, pues de tanta tranquilidad sientes que algo anda mal, si caminas por la madrugada te da miedo pensar que quizá te puedan asaltar-.

No sé si el precio de vivir en una ciudad "grande" o que se siente "primer mundista" sea eso precisamente: la violencia, la inseguridad, la contaminación, el alto costo de los servicios, la arrogancia de los vecinos, el ruido, la contaminación visual; Pero si ese es, simplemente no lo entiendo. ¿Por qué si nacimos para supuestamente vivir en sociedad no nos damos cuenta que nos hacemos daño?.

Vean nomás el ambiente del mercado de Tangamanga, un mercadito bien chido, limpio y barato donde puedes ir a almorzar menudo, enchiladas, quesadillas etc.




Y si, al llegar de nuevo a mi rancho, oh decepción, el taxista manejaba como asno, mentaba madres, se volaba los rojos, y para mi mala suerte me toco de esos bien platicadores que solo se la pasan contándote de balaceras y de como le ha tocado ver camionetas llenas de empistolados y demás. Chale...

martes, junio 07, 2011

¿Alguién gusta?




¡Ah que buena cerveza!, cuando la mesera -una chica con una sonrisa hermosa- me dijo que tenian una cerveza un poquito más cara, pero que era artesanal de ahí de San Luis y estaba muy rica, no pude negarme a probarla. Y tenía razón.

Después de esto la Tecate me sabe a orina, quiero regresarme....¡buaaa!.

miércoles, junio 01, 2011

Dejando de ver nuestra vida

Dejé de ver Doctor House a los pocos capítulos de la segunda temporada, me aburría que siempre era el quién encontraba la solución al diagnostico del paciente, digo, a mi también me ha pasado que viendo una mosca aparearse sobre un sombrero de terciopelo mientras suena un tango me llegue la inspiración o el rayo luminoso (como decía un maestro en la facultad) y sepa de pronto exactamente que hacer para solucionar todas mis broncas de la semana en cuestión de pagos, proveedores, entrega de trabajos, facturación, diseños y etcéteras, pero vamos, eso es una serie, y por más que sea una buena idea presentarla mil veces de la misma forma terminó por aburrirme. Encima de todo esto el mensaje era que para ser cool tenías que ser un mamón hijo de la chingada y eso no va conmigo porque yo soy un pan de Dios.

***

Algunas ocasiones en el ir y venir del trabajo me llegó a suceder lo mismo que con la sobre valorada serie esa, cuando algún cliente me llegaba con una idea o un jale nuevo ya sabía de que se iba a tratar el capitulo de ese día, que como buen protagonista de tu propia serie siempre tienes que solucionar, solo que sin poder ser tan hijo de la chingada. Creo que a todos nos ha llegado a pasar que la rutina se apodera poco a poco de tu vida, y lo peor de todo es que sin darte cuenta.

***

Pienso hacer lo mismo con mi vida que con la serie que no me gustó: dejar de verla. Aunque sea por unos días me tomaré unas vacaciones para recorrer nuevos lugares, tomar fotografías, leer, dibujar, conocer nuevas personas y estilos de vida, en fin, salirme un poco de la rutina. Los leo la próxima semana en este bati canal y a la misma bati hora.

Suerte.