Dibujos

El dibujo en estos tiempos es una actividad devaluada, tan pasada de moda como los tenis kaepa o los trapper kepper. Decir que te gusta dibujar solo causará que te vean como bicho raro, o con incredulidad. Y no digo seas un Leonardo Da Vinci, simplemente de que de vez en cuando te guste tomar hojas –o libreta– y lápiz –o color, pluma– y te pongas a trazar libremente lo que se te venga a la mente, echando a volar la imaginación sin importar el resultado. ¿A que niño no le gusta dibujar?, ¿A quién de nosotros no nos gustaba dibujar de niños?.

Sabes, la época en que más dibujaba fue entre secundaria y preparatoria, todos mis libros estaban llenos de dibujos y no se diga las libretas, recuerdo que llegue a tener la idea de sacar una revista digital -cosa que ahora ya es de lo más común- la cual cobraría según yo en algunos centavos por leer –oh que iluso fui–, porque según yo entraría muchísima gente a leerla.

Todos alguna vez nos pasamos largas horas tras una hoja de papel y un lápiz, pero desafortunadamente siempre llega alguien o algo, y despiadadamente nos lo tumba para advertirnos que el mundo no esta hecho de papel, y que hay que "chingarle" porque "no queda de otra". Así pasa con los sueños de mucha gente, o al menos, de la que se deja, por eso admiro mucho a la gente que es simple, que le emocionan las cosas sencillas de esta vida, como el dibujo, como el olor de las flores, como una caricia en la palma de las manos. Me gusta que tengas intacta esa parte infantil y tan necesaria de tu ser. Me gusta que te guste dibujar. Me gustas.