viernes, febrero 05, 2010

Relatito religio-metalero

Ya tenia rato que mi amigo no se juntaba con la raza. Pensábamos que algo traía, aunque no sabíamos bien que era. Un día cuando regreso a juntarse con la bola, nos platicó que se andaba dedicando a leer la biblia y seguir la palabra de Dios. Chido por ti -pensé-. Hasta ahí todo bien, en ese circulo de amigos -como en cualquier otro de los que tengo- todos respetamos las ideas de los demás. El problema comenzó cuando este camarada siempre quería hablar sobre la biblia y temas religiosos. Al principio es un tema chido, aunque como ya se sabe son temas que nadie -nadie que no sea senzato y de mentalidad abierta- gana. Mi camarada llego al extremo de asegurar que seguiría los pasos de Jesús de Nazareth, y dejaría todo para dedicarse a predicar su palabra por el mundo. Le dijimos que mejor habláramos dentro de un año, que quizá en ese tiempo ya pensaría el muy diferente de lo que pensaba en ese entonces.

Nos invitaba a ir a su culto -creo que se le dice culto- y un día, otros dos amigos y yo lo acompañamos nomás a ver de que se trataba. Y en efecto era algo así como una misa donde un vato se paraba frente a todos y hablaba cosas de la biblia y todo eso. De repente como que algo de lo que decía el vato ese le llegaba a alguien y gritaba "siii", "asi es", "clarooo" etc... Medio me sacaba de onda verlos, sobre todo porque se vestían de traje, cosa que yo muy a huevo hago pa ir a una boda.

La gota que derramo el vaso fue cuando después de un tiempo este wey a huevo quería meternos a esas ondas, nos invitaba, nos invitaba y nos invitaba. Solo hablaba de eso cuando lo veíamos. A veces caía de improbiso en mi casa para ponerse a platicar de la biblia, y decirnos que vivíamos todos en el pecado. Y luego quería llevar a mi carnal, o carnales de mis amigos. Se aferraba cabrón, a pesar de explicarle con todo el tacto del mundo que por ahí no iba mi tirada. Un día llego a las 7 de la mañana en domingo a despertarme, para que nos fuéramos al culto. Ahí si lo mande a la chingada sin escalas y de la forma correcta. Y pasó mucho, mucho tiempo sin que lo volviera a ver.

Hace poco, unos 6 años después de todo lo anterior, me lo volví a encontrar. Ya traía un carro, lo noté muy diferente, traía el pelo largo, playera negra de esas de grupos de rock, y en su carro se escuchaba a todo volúmen una buena rola de heavy metal. El agitaba al compás de la música su larga cabellera mientras levantaba su mano y hacia la señal de "cuernos" esa que hacen los metaleros.

Me dio tanto gusto volver a verlo.

3 comentarios:

Ángel dijo...

Ay compadre, que mala onda, a mucha gente se le olvida el respeto y el echo de que contamos con libre albedrio, cada quien puede hacer de su vida lo que desea. Saludos :D

chato dijo...

a mi lo que me caga es que te satanizen porque escuchas rock, heavy, o cualquier genero de rock.
son mas satanicos los de la onda grupera guey que adoran a la santa muerte madre de ramon ayala. jajajajaja. pinche paztor no fuiste a la peda guey sobres.

Paztor dijo...

Que es peda?