jueves, junio 09, 2011

Y yo no me quería regresar


Al contrario de lo que mucha gente dice que siente cuando sale de su rancho -eso de que ya quiere regresar, que extraña su ciudad y que ¡ay! dios mío es que la tierra que nos vio nacer, y bla bla....- yo nomás no me quería regresar de San Luis. El centro histórico esta lleno de bares, museos, plazas, monumentos, no hay tráfico ni gentío, mucho menos basura. Pero lo que más me gustó es la sencillez de la gente, la tranquilidad de sus calles -me dí cuenta que vivir en un rancho como Monterrey te vuelve un poco paranoico, pues de tanta tranquilidad sientes que algo anda mal, si caminas por la madrugada te da miedo pensar que quizá te puedan asaltar-.

No sé si el precio de vivir en una ciudad "grande" o que se siente "primer mundista" sea eso precisamente: la violencia, la inseguridad, la contaminación, el alto costo de los servicios, la arrogancia de los vecinos, el ruido, la contaminación visual; Pero si ese es, simplemente no lo entiendo. ¿Por qué si nacimos para supuestamente vivir en sociedad no nos damos cuenta que nos hacemos daño?.

Vean nomás el ambiente del mercado de Tangamanga, un mercadito bien chido, limpio y barato donde puedes ir a almorzar menudo, enchiladas, quesadillas etc.




Y si, al llegar de nuevo a mi rancho, oh decepción, el taxista manejaba como asno, mentaba madres, se volaba los rojos, y para mi mala suerte me toco de esos bien platicadores que solo se la pasan contándote de balaceras y de como le ha tocado ver camionetas llenas de empistolados y demás. Chale...

3 comentarios:

Carlos Alfano dijo...

yo por eso corri a Sabinas Hgo..
me gusta Mty solo para trabajar y conseguir las refacciones que necesites pero hasta ahi..

Guffo Caballero dijo...

Ssssss... tragar en mercaditos es lo más chingón que hay para el estómago, jaja.
Saludos.

Paztor dijo...

Así es Guffo jejeje. Y también para visitar a los cuates mi Botxer ¿a poco no?, saludos razita.